Yo estoy a favor de pagar siempre y cuando los precios sean racionales.
Lo que no puedo entender es que la gente se queje por tener que pagar unos céntimos por algunos programas como por ejemplo WhatsApp cuando es una herramienta que te hace ahorrar mucho dinero.
A algún amigo le he tenido que explicar que los programadores no se alimentan del aire, los pobres.